BIENAVENTURADOS
Bienaventurados los profetas del cuidado de la vida porque se centran en lo esencial.
Bienaventurados los alternativos a la cultura de la muerte porque son un síntoma de esperanza.
Bienaventurados los que superan los apegos tóxicos de la tener y del aparentar porque irradian la vida nueva del evangelio.
Bienaventurados los que sufren por el dolor ajeno evitable porque ellos tienen corazón y manos del Reino.
Bienaventurados los que buscan la santidad en su vida porque testimonian la mejor parte del ser humano.
Bienaventurados los que se asocian para el bien de los más empobrecidos porque Dios los cuenta como de los suyos.
Bienaventurados los austeros porque su corazón estará abierto al encuentro.
Bienaventurados los que siembran misericordia día a día en este mundo tan inhóspito porque dan pistas de mejora de la realidad.
Bienaventurados los que se quitan de encima escombros de las ruinas culturales y exploran nuevas constelaciones de sentido porque son luces en la mejora de la cultura.
Bienaventurados los que cuidan la bondad de sus palabras porque ayudan a la convivencia en serenidad y confianza.
Bienaventurados los que crean puentes de encuentro y plazas de convivencia porque aportan espacios y métodos que nos hacen mucha falta.
Bienaventurados los hospitalarios porque nos señalan que los seres humanos somos de verdad, en el fondo y en la forma, hermanos.
Bienaventurados los creadores de belleza porque hermosean esta cultura llena de fealdades.
Bienaventurados los que viven con simplicidad porque nos indican caminos de la nueva humanidad.
Bienaventurados los que no juzgan porque siembran paz por donde pasan.
Bienaventurados los que miran más a las personas que a su móvil porque crecen en humanidad.
Bienaventurados los que buscan de verdad la verdad porque en su vida encuentran indicios de la presencia de Dios.
Bienaventurados los inclusivos porque anuncian la gran fraternidad a la que estamos llamados.
Bienaventurados los que son conscientes de sus responsabilidades como ciudadanos honestos y responsables que aportan calidad de vida sus relaciones.
Bienaventurados los que desean que todos los seres humanos vivan realmente todos los seres humanos porque son la indicación de los modos y de los deseos del Dios del Reino.
Bienaventurados los que se asocian con los mejores de esta cultura tan llena de paradojas porque nos ayudan a detectar los destellos de lo mejor de lo humano.
Bienaventurados los abiertos de corazón al ecumenismo y al diálogo interreligioso porque están empezando a construir la santidad que alumbra a la humanidad desde los inicios de los tiempos.
Bienaventurados los que mantienen la serenidad en estos tiempos caóticos porque ayudan a vivir lo mejor de la vida
Bienaventurados los que saben silenciarse en estos tiempos de ruidos envilecidos porque son testigos de que podemos vivir más y mejor como seres humanos.
Bienaventurados los que logran no juzgar en estos tiempos tan egocéntricos porque profetizan la solución a la sed de comunión que habita en el corazón de todos los seres humanos.
Bienaventurados los que alcanzan paz en estos tiempos tan ansiosos porque nos ayudan a mantener la esperanza en que no vamos de mal en peor.
Bienaventurados los que generan confianza en estos tiempos de sospecha continua porque nos recuerdan que la vida tiene sentido a pesar de los pesares.
Bienaventurados los que se enfocan en lo que pueden controlar en estos tiempos caóticos porque dan ejemplo para ser semillas del Reino de la vida.
Bienaventurados los descentrados de sí en estos tiempos narcisistas porque nos indican que somos capaces de estar abiertos realmente a las necesidades de los demás.
Bienaventurados los que superan creencias poco saludables en estos tiempos de irracionalidad porque nos ayudan a mantenernos en el camino del crecimiento personal.