Amar
Señor, nos complicamos la vida.
Somos así,
demasiado humanos.
Tú, Señor, nos regalas lo esencial de lo esencial.
Y nosotros nos complicamos la vida
y se la complicamos a los demás
con nuestras puñeterías.
Señor, danos valentía para afrontar que lo esencial es el amor,
el respeto,
el cuidado,
la comunión.
¡Haznos como niños!
Seño, danos valentía para mirarnos a nosotros mismos
y descubrir que tu presencia
es lo que nos sustenta,
nos vertebra,
nos vitaliza.
¡Haznos más auténticos!
Señor, danos valentía para enfocarnos en lo que de verdad importa…
las personas,
la escucha,
el acompañamiento
la presencia gratificante en la vida de los demás.
¡Haznos más hermanos!
Señor, danos valentía para tener metas sencillas y claras…
la comunión,
la compasión,
la solidaridad,
el cuidado de los más frágiles.
¡Haznos más evangelio vivo!
Señor, danos valentía para tomar decisiones firmes
para aligerar de enredos demasiado humanos
nuestro paso por la vida,
nuestra vida eclesial,
nuestra vida familiar,
nuestra vida personal.
¡Que nuestras manos, nuestro rostro y nuestras palabras
sean más evangélicas!
Señor, danos valentía para aportar
valor,
calidad,
compasión,
realismo
allí por donde estemos.
¡Haz instrumentos de paz!
Señor, danos valentía para priorizar de verdad el reino… ,
para tomarnos en serio el evangelio,
tomarnos en serio la fe,
tomarnos en serio a nosotros,
tomarnos en serio a ti.
¡Haznos mejores semillas del reino!
Señor, danos valentía para ser agradecidos,
para ser agradecidos con la vida,
para ser agradecidos con los demás,
tan suyos y tan hermanos nuestros…
para ser agradecidos contigo,
maestro,
presencia,
luz.
¡Haznos más cristianos!