NO OS CANSÉIS. NACE DIOS.
Creadores de cultura nueva,
no os canséis:
inventad,
alumbrad,
orientad.
Exploradores de los misterios humanos,
no os canséis:
nombrad,
intuid,
asombraos aún más.
Artistas inspirados,
no os canséis:
romped fronteras,
construid constelaciones de símbolos,
deslumbradnos.
Peregrinos sedientos,
no os canséis:
seguid casi a ciegas,
seguid acaso sin fuerzas,
seguid hasta lo hondo intenso
del corazón humano.
Navegantes camino de los tiempos nuevos,
no os canséis:
aunque lo pésimo nos arañe,
aunque lo abisal nos amenace,
aunque lo monstruoso casi nos paralice.
Místicos incandescentes,
no os canséis:
seguid callados,
seguid ardientes,
seguid irradiando
sentido, significado y sensibilidad.
Poetas de la intensidad,
no os canséis:
labrad,
tejed,
musicad sílaba a sílaba
lo mejor del ser humano.
Monjes santos,
no os canséis:
perseverad,
cantad,
contemplad
la santidad silenciosa
en el tiempo,
el espacio,
la comunidad
y la conciencia.
Sembradores de justicia,
no os canséis:
gritadnos,
soliviantadnos,
exigidnos
a los que vivimos muy cómodos
compartir de verdad
lo que somos y tenemos.
Aprendices de humanidad,
no os canséis:
estudiad las sabidurías milenarias,
ansiad autenticidad humana,
buscad maestros de calidad.
Sedientos de paz,
no os canséis:
irradiad paz,
inventad concordia,
asumid el riesgo de la incomprensión.
Humildes de corazón,
no os canséis:
sonreíd,
abrazad,
reclamad lo mejor de los corazones.
Cuidadores de fraternidad,
nos canséis:
proponed diálogo,
impulsad los encuentros,
mostrad los puentes.
Fascinados por la belleza,
no os canséis:
pintad las intuiciones,
componed las armonías eternas,
arriesgaos a mostrar lo inefable
Artesanos del bien,
nos canséis:
limad asperezas,
restañad las grietas,
extraed las astillas.
Amantes sin condiciones,
no os canséis:
gozad de los cuerpos,
conspirad desmesuradamente,
descasad uno sobre otro.
Músicos sublimes,
nos canséis:
exprimir los límites de las armonías,
desbordad con ritmos inesperados
sorprendednos con tonalidades embriagadoras.
Sacerdotes de la humanidad,
no os canséis:
vivid auténticamente los rituales,
creeros las palabras santas,
silenciad vuestros egos antes, durante y después
de las acciones sagradas.
Hombres y mujeres de fe balbuciente,
no os canséis:
nombrad valientemente las sombras,
deletread los miedos de vuestro corazón,
sostened la mirada ante el muro,
con fe en atravesar su oscuridad,
su dura oscuridad,
su, acaso, penúltima viscosidad.
Heridos por la puñetera vida:
no os canséis:
la mala suerte es penúltima palabra,
las traiciones son penúltima palabra,
las mentiras son penúltima palabra.
Pacíficos habitantes de estos extraños tiempos,
no os canséis:
permaneced en serenidad incluso atascados en el caótico tráfico,
permaneced bendiciendo incluso en las cloacas de las mentiras,
permaneced compasivos incluso ante las trampas de los cínicos.
Justos entre las naciones,
no os canséis:
luchad por la vida humana,
arriesgad vuestra reputación por la dignidad humana,
testimoniad con vuestra presencia que otro mundo es posible.
Misericordiosos en las grandes ciudades,
no os canséis:
decid bondades frente a las palabras que odian,
hablad de la comunión las actitudes de desprecian,
preguntad en voz alta cómo vivir a la mejor altura de nuestras posibilidades reales.
Sabios luminosos,
no os canséis:
seguir escribiendo libros que nos alimentan,
seguid enseñando senderos de crecimiento espiritual,
seguid mostrando que lo mejor está por llegar.
Maestros de silencio,
no os canséis:
entre tanto ruido, sonreíd en público,
entre tanta cacofonía, sonreíd con autenticidad,
entre tanta mentira, sonreíd desde el corazón.
Contemplativos,
no os canséis:
enraizaos aún más,
silenciaos aún más,
vivid aún más simplemente.
Los mejores de la humanidad
con lo mejor de la humanidad,
no os canséis:
el Espíritu de Dios
os fundamenta,
os impele…
y nos plenificará a todos…
a todos los que tenemos
el corazón herido,
abierto
pero palpitante,
aún palpitante.
… Es Adviento.
Asombrosamente,
inauditamente,
santamente
se inicia el Reino,
se incoan entusiasmos,
nace Dios.