NO QUIERO ESTAR LEJOS DEL REINO.
Señor Jesús, no quiero estar lejos del Reino.
¿Qué sería de mí?
Señor Jesús,
ante ti, el que se entregó totalmente,
ante ti, el que confió completamente,
ante ti, el de la total libertad para amar…
Señor Jesús, ante ti, hoy me pregunto:
¿Cómo gestiono lo que tengo,
qué hago con mis dones,
dónde deposito mi corazón?
¿Dónde voy con mi vida?
Señor Jesús, ¿qué hago con mi humildad?
Afiánzame.
Sanea mi soberbia.
Bájame de mis delirios de virtud.
Sitúame en mi verdad.
Sitúame en el mundo como tú estuviste:
abierto totalmente a Dios
y abierto totalmente a los hombres.
Señor Jesús, ¿cómo realizo mi prudencia?
Acógeme.
Cura mis juicios temerarios.
Impúlsame hacia la misericordia.
Ánclame en lo mejor de mi corazón,
ahí donde tu habitas misteriosamente.
Que mire la realidad como tú la miraste.
Señor Jesús, ¿cómo genero confianza?
Purifícame.
Limpia mi ansia de poder y de influencia.
Sitúame en la fraternidad.
Que sea como tú, sembrador
de semillas de comunión.
Señor Jesús, ¿cómo custodio mi fidelidad?
Autentifícame.
Refuerza mis vínculos.
Enraízame en la comunión.
Amorízame.
Santifícame.
Abre aún más mi corazón.
Sé tú mi alimento.
Amén. Aleluya.