Dones
Señor Jesús, maestro más allá del voluntarismo,
que comprenda que tus dones son un regalo para mi y para los demás
a pesar de mis límites,
a pesar de mis miedos,
a pesar de mis orgullos.
Señor Jesús, maestro más allá del mérito,
que viva mi vida como un servicio a los demás
a pesar de mis brotes de narcisismo,
a pesar de mis sombras de engreimiento,
a pesar de mis perezas y miedos.
Señor Jesús, maestro más allá de la comparación,
que me deje llevar por el cuidado a la vida
que se me regala,
que me fundamenta,
que me llama a vivir
cada momento,
cada acción
cada encuentro,
como un momento
donde destella la plenitud
en la que todos somos hermanos.
Señor Jesús, maestro más allá del juicio,
que viva con humildad,
que silencie mi ego vanidoso,
que acalle mi vanidad,
que no me crea mejor que los demás.
Señor Jesús, que acepte de verdad que cada uno
vive sus luchas en la vida,
que cada uno intenta superar sus contradicciones como puede,
que cada uno es un humano con sus heridas y sus cicatrices.
Señor Jesús, maestro más allá de la condena,
que no me deje llevar
por mi necia arrogancia,
por mi creerme superior,
por mi autocomplacencia
en mis méritos.,
en mis obras,
en mis, supuestamente, acciones beneficiosas.
Señor Jesús, maestro de la benevolencia.
Mírame con bondad,
purifícame en lo más hondo de mi sensibilidad.
úneme a tu corazón
de infinita
e inefable
misericordia.