Humildad
Cristo Jesús, maestro interior,
no dejes que mis tinieblas me hablen.
Ayúdame a reconocer mis límites.
Cristo Jesús, luz interior,
no dejes que mis egoísmos sean mis patrones de conducta.
Ayúdame a encontrar pistas de crecimiento personal.
Cristo Jesús, paz de la humanidad,
no dejes que mis torpezas me definan.
Ayúdame a ser más compresivo y empático con los demás.
Cristo Jesús, meta de la humanidad,
no dejes que mis cegueras me guíen.
Ayúdame a vivir con más agradecimiento hacia la vida.
Cristo Jesús, verdad de las verdades,
no dejes que mis arrogancias me dominen.
Ayúdame a cultivar la humildad intelectual.
Cristo Jesús, fuente de vida,
no dejes que me crea todas mis opiniones.
Ayúdame a sanear mi autoconciencia, iluminando mis debilidades.
Cristo Jesús, modelo de fraternidad.
No dejes que mis prejuicios enturbien la sensibilidad de mi corazón.
Ayúdame a tener un trato más igualitario.
Cristo Jesús, ejemplo de humildad,
que sea más servicial,
que mi primera mirada sea la de misericordia,
que escuche más activamente,
que agradezca más,
que bendiga más,
que perdone más,
que sea más paciente,
que sea más alegre en lo cotidiano,
que sea más transparencia de tu inmenso amor.
Cristo Jesús,
hazme más sabio según el reino.
Cristo Jesús,
hazme más humano según el reino.
Cristo Jesús,
que sea más humilde según el Reino.
¡Haznos más cristianos!