¡Perdona de corazón a tu hermano!
Señor Jesús, el benevolente, tus desafíos me abruman.
No sé si sé perdonar de corazón.
Mis momentos de resentimiento,
mis emociones negativas,
mis dolores por la traición
tantas veces ocupan mi consciencia…
me quitan libertad.
Señor Jesús, el de mirada amorosa,
no soy capaz de comprender…
no soy capaz de superar la decepción…
no soy capaz de superar las tentaciones de venganza…
el rencor me araña por dentro
y sufro porque me hicieron sufrir.
Señor Jesús, el del alma inteligente,
mi orgullo herido,
mi miedo a parecer débil,
mi temor a reconocerme vulnerable…
el miedo a ser herido de nuevo me atenaza
y me encierro en mis caparazones.
Señor Jesús, el generoso,
mis patrones interiores,
mi falta de habilidad para comunicarme a fondo,
mi poca autoestima…
me generan dificultades en mi crecimiento personal.
Señor Jesús, el manso,
el reconocer que la vida es injusta,
la dificultad en “dejar ir”,
aceptar la capacidad de dañar de los seres humanos…
no es fácil…
Me falta paciencia,
me falta empatía,
me falta pureza en la mirada.
Señor Jesús, el que ama…
hazme instrumento de tu paz.
Libérame de las cargas emocionales.
Que reconozca mis sentimientos tal como son y los deje fluir.
Que viva en el momento presente con un corazón sencillo y pacificado.
Que crezca en la libertad de los hijos de Dios,
que irradian benevolencia,
serenidad,
fraternidad
por donde quiera que pasen.
Señor Jesús, el que realmente hace ver lo que importa,
que me centre en tu presencia…
tan santa,
tan humana,
tan salvadora,
tan sanadora.
carmeloampelio@gmail.com
raspasdefuego.blogspot.com/