¡Tú piensas como los hombres!
¿Cómo no apegarme a la lógica del mundo?
¿Cómo dejar de negar la realidad cuando no nos gusta?
¿Cómo superar mi ego y sus exigencias de tener, mandar, aparentar?
¿Cómo dejar de rebajar el evangelio?
¿Cómo dejar de creernos más sagaces que Cristo?
¿Cómo dejar de reparchear la voluntad de Dios?
¿Cómo mantenernos en el seguimiento?
¿Cómo dejarnos guiar por la verdadera luz?
¿Cómo no dejarnos descolocar por el sufrimiento, el dolor, el fracaso?
¿Cómo dejarnos alumbrar en nuestras sombras?
¿Cómo subirnos de verdad a la caravana que sube a Jerusalén?
¿Cómo no escandalizarnos de la Pasión?
¿Cómo no huir de las sombras y de su inevitable realismo?
¿Cómo dejar de vivir a la defensiva de las exigencias del Reino?
¿Cómo superar la tentación de la negociación con lo de Dios?
¿Cómo mantenernos en la vocación de testigos del Reino?
¿Cómo estar conectados con la valentía del Espíritu?
¿Cómo crecer en la autenticidad de nuestra fe?
¿Cómo afrontar nuestros miedos e inseguridades?
¿Cómo superar los patrones de interpretación de la realidad tan mundanos?
¿Cómo mirar cara a cara nuestra vulnerabilidad?
¿Cómo ir más allá de los momentos donde lo imprevisible nos asusta?
¿Cómo abrazar las etapas del viaje hacia la plenitud?
¿Cómo fluir con paz cuando el fracaso amenaza inminentemente?
¿Cómo superar la tentación de querer controlar todo según nuestra medida?
¿Cómo descubrir la novedad fascinante que se encuentra más allá de nuestras pequeñas cosas?
¿Cómo confiar en el proceso del caminar junto a Jesús?
¿Cómo aprender de Jesús?
¿Cómo comprender lo de Dios con Jesús?
¿Cómo convertirnos de verdad en cristianos?
Señor, ¿cómo fluir serenamente por la vida contigo?
Señor, ¿cómo crecer en santidad contigo?
Señor, ¿cómo ir al fondo contigo?
Señor, Tú nos lo dices claramente…
¡Entrégate!
¡Ríndete!
¡Confía!
¡Cree!
¡Espera!
¡Déjalo en las manos del Padre!
¡Sólo pasando por el fracaso mundano se viven las bienaventuranzas!