El mundo está necesitado de testigos de la resurrección de Jesucristo.
Por nuestro bautismo todos los cristianos hemos recibido la misión de hacer un anuncio profético de Jesucristo resucitado que alcance a todos los hombres.
Las comunidades neocatecumenales de San Antonio María Claret hacen explícito este mandato del Señor a sus discípulos anunciándolo resucitado y Salvador del mundo por las plazas de Sevilla, los domingos del tiempo pascual.