ASOMBRO
Asombro de poder invocarte.
Asombro de poder implorarte.
Asombro de poder suplicarte.
¡Ven, Señor Jesús!
Asombro de nuestros corazones tan humanos.
Asombro de nuestros corazones tan cansados.
Asombro de nuestros corazones aún vibrantes.
¡Ven, Señor Jesús!
Asombro en nuestras encrucijadas.
Asombro en nuestras decisiones.
Asombro en nuestras palabras.
¡Ven Señor Jesús!
Asombro en nuestras pequeñas impaciencias.
Asombro en nuestras pequeñas justicias.
Asombro en nuestras pequeñas palabras de testigos.
¡Ven Señor Jesús!
Asombro en nuestras pequeñas responsabilidades.
Asombro en nuestros pequeños pasos de conversión.
Asombro en nuestras pequeñas mentes.
¡Ven, Señor Jesús!
Asombro en nuestros mejores deseos.
Asombro en nuestras mejores virtudes.
Asombro en nuestra mejor inteligencia.
¡Ven, Señor Jesús!
¡Ven, Señor Jesús!
Deslúmbranos aún más.
Fascínanos aún más.
Sorpréndenos aún más.
¡Ven, Señor Jesús
a nuestro estupor,
a nuestra maravilla,
a nuestro caminar
en estos extraños tiempos
que nos conmocionan,
que nos asustan,
que nos dejan
tirados,
perplejos,
asustados.
¡Ven Señor, Jesús!
Esperanza de nuestras esperanzas.